En Cirugía, es un proceso que está conformado por un grupo variado de procedimientos quirúrgicos que tienen como objetivo crear o remarcar los signos característicos del rostro femenino.
En análisis facial, los rasgos de los géneros masculino y femenino han sido comparados en diversos estudios científicos y se ha encontrado diferencias significativas que mencionaremos en orden descendente:
Implantación del cabello
En el género femenino la línea de la frente marcada por el cabello es continua y redondeada, mientras que en el hombre presenta cambios de dirección como el que llamamos las “entradas”.
La frente
La frente femenina en su vista lateral presenta una forma redondeada, mientras que en el hombre la frente presenta un abultamiento por encima de las cejas y por arriba de ello se aprecia una frente plana.
Las cejas
Las cejas femeninas tienen forma de arco pronunciado, mientras que en el hombre la ceja es un arco suave casi plano. Además, las cejas femeninas se encuentran en una posición 3 a 4 milímetros más alta que en los varones.
La nariz
La nariz femenina en general es más pequeña y angosta en proporción que la del hombre; además de tener una punta más fina y levantada, de manera que presenta una suave depresión desde arriba de la punta hasta su unión con la frente.
La boca
Los labios femeninos son carnosos con mayor definición del arco del labio superior (arco de cupido) que los masculinos.
El mentón
La barbilla femenina es de forma curva, mientras que el mentón masculino es ligeramente de forma cuadrada y más prominente.
La mandíbula
La mandíbula femenina suele ser más angosta en sus ángulos que en el sexo masculino.
El cuello
El cuello masculino presenta la prominencia del cartílago tiroides (nuez de Adán) mientras que esto no se observa en la mujer.
Debido a lo anterior, existen procedimientos quirúrgicos para feminizar cada una de estas características, y las mencionamos en el mismo orden:
Desliza para cerrar o regresar al menú